Londres es una ciudad que conquista a cualquiera que la visite. Desde su rica historia hasta su vibrante vida urbana, cada rincón tiene una historia que contar. Cuando tuve la oportunidad de explorarla, me sumergí en sus contrastes, desde palacios y museos hasta mercados bohemios y vistas impresionantes.
En esta guía personal, te comparto mis lugares favoritos que capturan la esencia de esta ciudad encantadora y diversa. Acompáñame en un recorrido por lo mejor de Londres, una experiencia que merece vivirse al máximo.
En mi primera parada, fui a la icónica Torre de Londres. Este castillo medieval no es solo un lugar impresionante por su arquitectura, sino también por sus historias de traición y realeza.
Las joyas de la corona, resguardadas en sus muros, son una vista que hipnotiza, con el Koh-i-Noor brillando como un sueño.
Después, paseé por el Palacio de Buckingham. Ver el cambio de guardia es como estar en una ceremonia real, un espectáculo que no puedes perderte.
Sin embargo, si no hay cambio de guardia, la zona es preciosa para caminar y tomar algunas fotos.
Mi siguiente parada fue Camden Town, un lugar vibrante y lleno de vida que da un toque diferente a la ciudad. Los mercadillos de Camden son legendarios, y no pude resistir probar la comida callejera.
Aquí encuentras de todo, desde moda alternativa hasta antigüedades, y el ambiente te transporta a una Londres más bohemia y rebelde.
Por supuesto, no podía dejar de visitar el Museo Británico. La entrada es gratuita, lo cual me pareció un regalo en una ciudad tan cara. El museo alberga piezas icónicas como la Piedra Rosetta y esculturas del Partenón.
Podría pasar horas explorando sus galerías; es como viajar a través del tiempo sin salir del edificio.
El London Eye fue una experiencia que nunca olvidaré. Al subir a la noria, ves la ciudad desplegarse en un panorama espectacular, especialmente si lo haces al atardecer.
Desde allí se divisan el Big Ben, las Casas del Parlamento y el Támesis, y en ese momento entiendes por qué Londres es tan magnética.
Un rincón que me encantó descubrir fue Covent Garden. Con sus artistas callejeros, tiendas de diseño y restaurantes, este mercado cubierto es perfecto para una tarde de exploración sin prisas.
Probé algunos dulces en una pastelería local y observé a los talentosos músicos que tocan en la plaza. Es una experiencia única para sumergirse en el ambiente londinense.
Para terminar mi recorrido, fui al Sky Garden, un mirador gratuito con vistas impresionantes de la ciudad. Situado en el último piso de un rascacielos, este jardín es perfecto para relajarse y admirar Londres desde las alturas. Entre plantas y flores, puedes disfrutar de una vista panorámica mientras tomas un café en su cafetería.
Londres es tan diversa que cada rincón ofrece algo especial. Desde sus palacios hasta sus barrios alternativos, es una ciudad que invita a ser explorada una y otra vez. Y aunque estos son mis lugares favoritos, sé que cada visita trae nuevas sorpresas.
Enrique Kogan